sábado, 16 de febrero de 2008

Cintura del Fuego en Huanacache







Viernes 19 de diciembre


Medianoche.


Impetuosa,

el agua te corre por el cuerpo.

Afuera,

la luna asoma nuevamente

su cintura de fuego en Huanacache.

Pedís, por ella iluminada

que deje de embriagarme con tu desnudez.

Que no te mire más,

ni me de cuenta

ni que cuente otra vez

las cinco pecas

que en tu hombro izquierdo

parecen saber que tan pronto como pueda

recorreré de nuevo tu cintura

con deseos de inventarla.

Perderme totalmente en la suave geografía

de tus pechos y tu espalda.


Tiemblan,

iluminan tus minúsculos pezones

dos breves lunas de temores.

El agua refrescante te desborda una sonrisa.

Se derrama en longitudes líquidas.

Se ríen también,

las gotas sobre tu cara.


Es de noche,

estoy de intruso,

me reconozco descalzo navegante nocturnal

de tu piel desnuda.

Que de pirata he entrado

para robarte los temores, un tanto bucanero

y otro poco sin permiso,

y a beberme en bocanadas tus sonrisas

el calor de tu cintura al abordarla.

Tensa en múltiples navíos, el arco de tu cadera

suelta velas marítimas

cuando despierto belicoso la quietud tropical embarcado en la entrepierna.

Sobre ella disparás frágiles dedos voluptuosos

en cordajes apasionadamente desatados.


Intentando despertar, insular,

del sueño de naufragios, pedís que me aleje.

Que desate los nudos marineros de mis brazos.

Que no te mire más, ni acaricie más,

ni desee más porque el fuego de mis dedos, nuevamente te está incendiando,

abrasadora, la cintura.

Que no te mire, ni acaricie, ni desee,

ni que cuente las doce horas

que se tardan las náyades de octubre

en transmutar en agua a las arenas de Lavalle.


Simulando que te dejo,

que hago caso a tu pedido

me retiro a contemplarte desde no tan lejos.


Vuelvo

hacia la torpe protección de nuestras ropas.

A distancia de los sueños

entre los radios menos geométricos

que rodean el patio de mi casa.

Allí los tardíos azahares de jazmines,

y aún más cálidos los rojos de malvones endulzan todavía el aire tórrido

de este diciembre y su verano.


Pasa el tiempo.

Delicado.

Imperceptible.



Tenuemente emborrachada por las uvas

tan lejos como cerca hace un momento

embriagados por el vino de los cuerpos,

fumás, ahora descansando el asombro

en la quietud de la penumbra.

El deseo en la seguridad de mi distancia.


Debo irme ya, se ha hecho tarde,

dirás a una hora indefinida

poniéndote el vestido

creyendo que te escucho.

Aromada de vendimias corporales

se extiende la cintura de tu cuerpo.

Los rojos de malvones recogen sus colores

Ya no están desnudas las náyades de octubre.

Largos perfumes de tarde y de verano

retornan a sus cunas de arena

junto con la luna, camino a Huanacache.


Mucho más tarde aun, sobre nuestros cuerpos

de nuevo solitarios, individuales

seguirán restallando, removiéndose inquietos

agitados todavía y aun encabriolados en deseos

los últimos látigos del fuego crepitando.

8 comentarios:

KC dijo...

Qué hermosa y deslumbrante sorpresa fue volver de la montaña y encontrarte en tu propio blog! :)
Seguimos vía mail, acabo de leer los tuyos :P
Una sonrisa desde la luna
K

lilc54 dijo...

¡Hermoso poema!! ¿ Es tuyo? Disfruté al leerlo y la lumbre de sus palagras
realmente es mágica.
Espero poder ayudarte para cambiar tu espacio.
Seguimos leyéndonos.sc

daniela dijo...

yo sabía que esos medanales eran mágicos...menos mal que viniste para demostrarlo!

es un poema o una llamarada?...

por la muáfes? acercate al blog, o lo que es lo mismo, a berry y grisauxxx, ellos te van a contar de que se trata, y seguro tratarán de contar con vos!

Berrysand dijo...

Flavia! ya llegué! :P

qué lindo encontrar recuerdos no?

Lamentablemente ése va a ser la despedida de la Casa, ya que la municipalidad la cierra.

Te esperamos el 29.
saludos!

eltramonta dijo...

KC: para mí la sorpresa deslumbrante fue encontrarte. Pero eso ya lo sabés
Un abrazo desde el sol

lilc54: sí, es mío!Je jeh, o sea son mías las palabras. Ahora el poema ya no me pertenece enteramente Te espero para que me ayudés a mejorarlo.

Flavia: sí, esos medanales son mágicos. Y sí, es un poema pero más una llamarada de antiguos soles: Geografías del Fuego en Huanacache lo complementan. Cuando pueda arreglarlo, pondré otros.

berrysand: si el 29 de marzo, nos encontraremos ahí, mas vale!!!

sandra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Daniel Flores dijo...

mirá que sos atrevido!, che chiquito che!, me alegro que te hayas atrevido, vos que siempre decís que no te llevás bien con estos inventos "modernos"!
me alegro muchísimo, un abrazo, hasta el próximo vino
daniel "el cuyanito"

eltramonta dijo...

Estimada Artista PINCEL SECO: ha pasado un tiempo en que no estoy por tu blog, y repasando comentarios me volví a detener en este primer contacto, porque creo, esta tarde lo verificaré, que ya no está tu fotografía en el blg. Se la extraña. A mí me ayuda a ver la obra primero, y luego "enlazarla" con el artista que la creó. Igual, seguiré gozando del raro "privilegio" de ver a la artista y su obra. ( La serie, me gusta muchísimo, pero esos comentarios te los haré allí mismo

DANIEL: hermano, PUES SI!!! Me atreví!!!Vosa sabés muy bien lo que me ha costado. Pero me propuse, a partir de una "ayudita" que tuve por ahí, levantarme y ponerme de pie. Y hace bien. Y además con yapa, como enterarme de tu blg, alq ue obviamente visitaré luego.
Un abrazón hermano, y hasta el próximo vino

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Maestro por equivocación, jubilado de la docencia pero no de los aprendizajes, escribidor de textos y poesías, escapador cuando puedo de las alienaciones del System, prisionero de los afectos, esclavo de la honestidad, temeroso usuario de la palabra, contestatario cuando puedo y a veces quiero, especialmente vinófilo de los Rojos de Perdriel, salvo cuando "el agua brota pura y cristalina de la madre tierra", vividor consuetudinario y con suertes extraordinarias. Creo que todavía estoy vivo.En la primavera del 2.010 se me murió la poesía junto con unos cuantos pedacitos de corazón. Pero he vuelto, "cantando al sol como las cigarras", a sobrevivirme.

Así como soy

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