No, no es el jazz, sino tus piernas
ni la dormida laxitud que se despierta
cuando te desnudo y sin ropas
te dejas poseer en una tarde animal
de viento y sequedades
Pero no, no son tus piernas
sino la cercanía, el camino a tu cintura
el mareo circular de tu cadera
en que soy geómetra desquiciado
el frente abierto de tu sexo agreste
desbocado, dispuesto a la intemperie
No, no es tu cintura, ni tus piernas
sino tu boca de otoño y melancolías
violines y Verlain,
tu lengua de mediterráneo,
lo que asombra a mi boca
domestica mi lengua
palidece a mis sentidos
Es tarde, hace zonda, ese viento
protérvico y maldito.
La ventana de madera queja sobre el afeizar
una sesión de jazz in blue's
Mi ropa y la tuya, innecesarias
redundantes al atávico calor
que nos asfixia,
yacen felizmente muertas.
viernes, 26 de noviembre de 2010
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Te convoco Neruda y Capitán,
a que seas capaz de arrancarle una mirada
a la piedra entre las piedras que niega la sonrisa
piedra estéril, piedra piedra, alguna vez
diamante trasparente de epitelios,
alguna vez mariposa,
vuelo frágil de enamorado,
árbol verde,
retoño de paredes que se caen
En la penumbra
de la primavera y su verano
en sus árboles
otoñando cavidades cardíacas
latido solitario
apareciste vuelo muerto de una náyade
perdigón sin pena en su plomo opaco.
Fría máquina de escribir sonetos y raíces.
métrica precisa
suntuosa de cinturas sonámbulas
pechos desnudados
vestidos ocultados, simulacros de ternura
¿A qué viniste a descubrir mi mano de labriego
a que llamaste a mi puerta de miradas de ternuras
a quién convocaste cuando dijiste amor
enarbolaste tus curvas de mujer
de madera y de manzanas, fragancias de tunuyán
y debajo de tu falda, en una enagua etérea
la delicada sombra de tus párpados,
sólo para mí, olvidándome
dejándome expuesto,
a la intemperie de la palabra,
también desnuda
al silencio de la mirada,
también a su horizonte
a los puntos suspensivos
y entre paréntesis
ahora marinera de mar en calma
ahora alberti te reclama
mi corazón interroga a la piedra que sigue piedra
que sigue muda, silenciosa, como toda piedra
fría obscenidad la del silencio que domina
fría muerte tus labios de durazno sin sonrisa
labios de gaviota en vuelo, cerrados a la parra
y a los vinos, la telteca y la melesca
Te conjuro, cantábrico de segundos y lamentos,
cronómetro de faltas
cronologías oxidadas
Te conjuro, herrumbre despiadada,
por ser obsceno tu silencio,
te prohíbo ahora que me hables,
que me digas,
algo
susurro tenebroso
piedra entre las piedras,
oscura vagina,
recóndito sexo
silenciero de epitafios
álamos sin follajes
verdes que te quería verde y trasparente
ay, gitano ciego,
cómo no viste que la rosa era diamante
que el diamante piedra oscura,
ay gitano, en ella tu corazón sangrante
Yo sé como eres sé cómo anda tu pie desnudo cuando caminas el mío y tu propio paso desordenado y silencioso en el temor de una tarde Se, también, cuándo la línea del horizonte te dibuja pájaros sin alas en la mirada, y hechizada por los soles antiguos te dejas caer en la penumbra de un altillo Se de tu espalda y de sus pecas, tu hombro redondeado y suave se cada una de tus redondeces de mujer y tu sonrisa al amanecer cuando amanecés a mi costado se de tus temores y tus entiendos y agonías tus largos diecisiete años, tus cuadros del atuel tus combates a puros dientes apretados y tus ojos de luna en el solsticio de verano
Se de tu verano y las desnudeces cubiertas del pudor de tus pechos a los cuarenta años de tus pezones encendidos cuando mis dedos buscando puertos, navegan solitarios el mar de tus deseos Se de tus valentías infinitas y tu boca de gaviota en vuelo de tu vientre y de tus hijos de cada primavera y tu último cumpleaños
Se de tus palabras, tu prosa y tus poesías. del redondel de tu vestido, del perrito y de tus gatos de la vecina que te saluda con el cálido buen día, de tus plantas en el alféizar de la ventana
se que te quiero
Cómo es que no lo sabes todavía?
Imagen: "desnudo azul" , de Henri Matisse, 1.952https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipFmq_ZKOEpLCIyTxAP8Vw66z3zF3RMsHhVA0RIO05dYLHHk9KRPHdT0q64jGZOBHRAL-V8I26_ZS1o4jC13hb03bHLfyXOfZ9S4dXRyfciI95CdM8dnCCPYmhXAzTLK4KAB0x-P6Gud4/s1600/desnudoazulmatissemages.jpg
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6BjDR_w4aKNg9QGQoFfNzeEAFs7Tx588UPrYqw1O1akGl4SVeUCVcKEcfz6VO_KwOV18YLq99hKgm39fU5M2ss1Jce8JRFnNlXH-61LLfLoRrwNmShmJw_Lv7SrK9llnawBYZa_iio30/s1600/cubismo.jpg LAS TRES CARAS DEL AMOR-RAUL CAÑESTROhttps://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVDfD2q5p6uLYAJdCLxX0jCFbDwkB7zxgZLoztGCF83jZIHSqnii6nE5-T81KxE2jRBK2CvlEhy77qSnw7-4qeevOEQ8mFIXRRJJIrBBypkoQwecllISxnq3uR8p4HtJSJeqwXBtKMKmQ/s1600/raulca%C3%B1estroimages.jpghttp:
2- Nos abordan relojes planetarios
Tal vez todo sea, apenas un problema matemático
una compleja manera de simplificarlo todo
este modo en que a tu modo me querés.
Dudando los enteros cuerpos que tenemos.
Partiendo nuestras manos en fracciones desiguales.
Midiendo en cantidades nuestro tiempo compartido.
Amor, en este mundo esféricamente generalizado
demasiado padecemos demasiada racionalidad
cuando los malos nos abordan las muñecas
con relojes planetarios exportando
vaticinios de un único modelo
pretendiendo imponernos su perversa realidad.
Por ley y sagrado imperio de publicidad neuronal
hay que comprar ahora, de todo, ya, no importa qué
pero que sea la última ilusoria y perenne silueta de mercado
hipérbolica de senos y cosenos transgénicos
labios hiperbáricos de plástico botulímico
y desnudeces de escatológica sensualidad.
En ese sistema de irracional racionalidad
siempre habrá objetos materiales en las promo
y en las combo, ausente siempre el simple afecto
la sencilla sencillez de amarse sin medidas toda vez
y cada vez que nos suceda el tener alguien a quien amar
por lo cual solemnemente te propongo
dejar de ser anónimos en nuestras miradas
que nuestras manos caricias y palabras
en evidente protesta desechen por irreales
tantos postulados
de indecente aritmética sensorial
que nos dejen de apresuranos sus meridianos sintéticos
pretendiendo que sigamos alienados
que corramos y corramos sin poder detenernos
salvo
cuando es demasiado tarde y hartos de cansancio
y salvajismo industrializado, deseperanzados
nos acostamos a temblar
temiendo despertarnos
En el amor nos debemos por entero, creo yo
y con ninguna certeza en los teoremas del afecto
Si el deseo nos busca a una hora inadecuada
que sea entonces pluscuamperfecto
agitando moléculas de química incontrolable
y así, desparpajadamente, nos amemos como los pájaros
en pleno vuelo, o humanos al fin, de pie, de frente, o de costado
Desde los pies de María Inés el camino del deseo ha empezado decimal por cada uno de sus dedos. Será por ello aritméticamente certero encontrar sus piernas, esas finas sinusoides singularmente perfectas. Los tobillos que apenas abultan, naturalmente óseos, orográficos, son la delicada insinuación que con sus mínimas redondeces constituyen piedemonte sensorial precedente de los muslos, unos ríos epidérmicos que corren impetuosidades de llanuras, las cuales, por cierto, se extienden voluptuosas y determinadas hacia el norte ecuatorial.
Por la estepa espaldar se puede llegar a una interesante curvatura geoidal denominada Cadera Típica de Roja Manzana. Si este sector yacente girase con autonomía a ciento ochenta grados, sería muy probable que al recorrerlos con los segmentos precisos de los dedos se provoquen hipérboles sobresaltadas en el leve vello erizado y triangular que le antecede.
Considerado en su total totalidad, el cuerpo epitelial de esta mujer es un tanto mediterráneo, greco-itálico, muy sensual, y claro está, exquisitamente femenino. Sin embargo, o quizás por ello, es dable recorrerlo como si se fuese nativo de pueblo original, es decir geográfica y minuciosamente uspallatero. Como tal buscar las voces antiguas de su canto, explorar sensorialmente las redondeces volcánicas, sobrevolar sus alturas sin cuerdas ni hipotenusas, encontrar las articuladas muñecas, descubrir el justo ángulo de los codos.
El breve hombro es toroidal. El cuello, suficientemente preciso, pero imprescindiblemente necesario de ser besado con el suave y arrítmico aleteo de una mariposa en el verano .
Ascendiendo fogosidades indetenibles se encuentra la enbalconada y firme mandíbula mediterránea, singular, romana o pitagórica, donde se descubrirá lo congruente que resulta su boca con la de uno, y ya dentro de ella, los arcos, cuerda y flecha de nuestros labios horizontales y perpendiculares a su lengua. ¡Ah, su lengua ! Decididamente geográfica y de fuego, ardiente Llankanelo para nada racional ni matemática, humedece inquieta, los contextos de las ciencias.
Desde los labios frutales a durazno hay que dejarse caer por los aires del asombro, descubrir la lluvia aleatoria de cabellos, la tierna geometría del oído, sus laberintos presurosos de deseo. Detenerse, sólo un instante, frágil de tiempo como todo instante, para dejar en él un beso, suave y silencioso, y tal vez, un último y leve mordisco lobular.
Si el explorador queda extasiado davinciano del cuerpo ahora semidesnudo pero siempre plenisensual, resultará conveniente que luego de teorizar y experimentar para construir estos postulados, y sus efímeras hipótesis, se deje que el cuerpo mencionado empiece a descansar. Alejar de sus oídos y miradas, al menos por algunos momentos, los desvaríos verbales e intrascendentes con que se pretenda sabiduría epigramática y darle tranquilidades racionales a sus párpados y los sueños, las manos y el deseo.
Terminando el recorrido precedentemente descripto estará permitido con sumo cuidado de no despertar atardeceres, encender un cigarrillo, negro, buen tabaco, e ilógicamente fumando, dudar de todas las certezas. Así predispuesto, mirando hacia el rectángulo regular de la ventana deberá decirse que si se está aquí jugando con las palabras y las matemáticas debe ser porque a la vera de Mariángeles Francesco ya no tienen sonrisas melancólicas las mañanas. Se deberá creer a pie juntillas, es decir, de pie o no, pero siempre junto a ella, que habrá un mañana y que al verano le seguirá el otoño con toda naturalidad.
Eran los setenta, mucho antes que las madres del coraje tuvieran que salir a ponerle ovarios enfrentando a los genocidas, los entonces llamados gobernantes de facto. Se llamaba Gisel
Mucho antes y tan poco que su dolor pudiera menos que su coraje, y armadas con pañuelos blancos salieran a darle vueltas a la plaza de mayo, preguntando por todas las giselle que entonces no se sabía dónde estaban, pero que se sabía de sus ojos brillando, aún bajo la sombra mortal de las capuchas
Teníamos veinte años
y soñando sueños soñábamos con hacer la revolución, El otro estaba ahí, y se llamaba compañera o camarada, a quien con las manos anudadas, en paz nos ayudaba a centrarnos en la lucha, por el pueblo.Era la fiesta y la alegría, los veinte años y más de una canción desesperada
La Charamusca es una cabaña, "alpina"en la precordillera de Mendoza. Por allí estuvimos con los Alturas haciendo Aquellos días con la luna de setiembre. De ahí es la foto, de ahí vienen los recuerdos. O tal vez los recuerdos ya estaban ahí, colándose por la ventana.Y cada vez que la mando al blog, siempre me parece que el relato me escribe a mí .No me importa si soy una imaginación de mí mismo, no es esa la cuestión, porque de todos modos voy a escribirlo. Distancia es una palabra que aparece varias veces en el "Geografías"Y por la ventana de la actuación, erizándome el pellejo
DISTANCIA( Alberto Cortez)
Viento, campos y caminos... distancia,
qué cantidad de recuerdos
de infancia, amores y amigos... distancia,
que se han quedado tan lejos.
Entre las calles amigas... distancia
del viejo y querido pueblo
donde se abrieron mis ojos... distancia,
donde jugué de pequeño.
Un corazón de guitarra quisiera
para cantar lo que siento.
Allí viví la alegría... distancia
de aquel primer sentimiento
que se ha quedado dormida... distancia
entre la niebla del tiempo.
Primer amor de mi vida... distancia,
que no pasó del intento;
primer poema del alma... distancia,
que se ha quedado en silencio.
Un corazón de guitarra quisiera
para cantar lo que siento.
¿Dónde estarán los amigos... distancia,
que compartieron mis juegos?
¿quién sabe donde se han ido... distancia,
lo que habrá sido de ellos?.
Regresaré a mis estrellas... distancia,
les contaré mi secreto:
que sigo amándo a mi tierra... distancia,
cuando me marcho tan lejos.
Un corazón sin distancia quisiera
para volver a mi pueblo.
se aparecen Facundo Cabral y Alberto Cortez
(6. Lo que sienta tu boca de agua
Me decís que no. Pero no, que no.
Que no sos vos quien pone distancia de madera
al fuego de mis pensamientos.
Que no sos así como yo te pienso, te nombro o te describo
en estas palabras de pretendidas poesías.
Amor, no tenés que preocuparte por las cosas que yo te diga
sino por las que vos sentís cuando tus dedos
se entrelazan con los míos y más, y luego sí
cuando encendido por los fuegos del verano
te desnude de tanta ropa urbana
y más tarde te vuelva a vestir
con la encendida piel de los deseos.
Serán, entonces sí, esos anhelos, ese amor
tu temblor entre los labios y mis dedos como cuerdas
en tu espalda de guitarra los que cuenten.
Por eso creo, te sugiero tener en cuenta
que no te importe lo que piensa racionalmente tu cerebro.
Ese que te pide detenerme, ordenándole a tu corazón
Alto ¡STOP! basta ya de sentir
mariposas de pasiones por el pecho.
Creo yo, opinión interesada desde luego
sería mejor hacerle caso a lo que sentís
cuando me mirás de frente al frente
sintiendo que te habita un nuevo sol sobre la cara.
Hoy, es mejor que te importe el fuego (desde luego para mí)
y en vos lo que sienta tu boca de agua al beberme
líquida en la mañana, todo el verano entre los labios
y encender entre los dos, en la arena del desierto
En La Charamusca: "Aquellos días con la luna de setiembre"
Asturias
Sei que o mundo aínda me debe /// Sé que el mundo aún me debe
destrezas pra namorarte /// destrezas para enamorarte
Sei que o camiño que eu sigo /// Sé que el camino que sigo
non ten ramas pra taparte/// no tiene ramas para taparte
Que os días xa non son ceibes /// que los días ya no son libres
se non serven pra beixarte ///si no sirven para besarte
Que o respirar da marea /// que el respirar de la marea
non remata até atoparte /// no alcanza a ti a encontrarte.
O soberbio na túa pel /// lo soberbio de tu piel
O proverbio na túa man /// el proverbio de tu mano
O teu olor que me abala /// tu olor que me embriaga
nas noites sen avisar /// las noches sin avisar
Se eu che poidera contare /// Si yo pudiera contarte
este lamento do amar /// este lamento de amor
Contarche o soño dos soños, /// Contarte el sueño de los sueños
a túa pel ao despertar ///a tu piel al despertar.
Eu a vin e ela ·me mirou· /// Yo le fui y ella me miró
e na man levaba unha flor /// y en la mano llevaba una flor
Eu a vin e ela ·me miraba· /// Yo le fui y ella me miraba
e na man levaba unha espada... /// y en la mano llevaba una espada... Guadi Galego Guillermo Fernandez EU A VIN
(En Tí la tierra) "....en el amor como agua de mar te has desatado:
mido apenas los ojos más extensos del cielo
y me inclino a tu boca para besar la tierra."( PabloNeruda, Los versos del Capitán)
imagen: data:image/jpg;base64levantada por todoschile.cl
Si te animaras a soñar latitudes y epitelios evadir los insalubres cronómetros desterrar los estúpidos cronógrafos serías capaz de atravesar aquellas paredes racionales que tanto te sofocan en torpes dimensiones materiales.
Verías, verás, se anticipa en el presente el ver cómo el cerebro se te enrieda con los pensamientos longitudinales de mis fuegos Que el corazón del hoy te respira más tranquilo por estar suspirando con recuerdos mi presente.
Tendríamos entonces un tiempo sin relojes. Sin vacíos ancestrales las horas, días, segundos que suceden sin suceder cuando olvidamos recordar lo que nos pasa cuando se nos llenan los párpados de tibiezas y las miradas tienen ojos plenos en las manos extendidas que acarician.
Las arenas del desierto transmutan aguas claras de lagunas como las lunas de tus pechos se iluminan como soles si se desnuda tu cintura de toda ropa urbana cada mañana, tarde día y noches en que enciendes luciérnagas de besos en nuestros horizontes de ternuras.
Si te animaras a soñarme latitudes y epitelios evadirías los insalubres cronómetros desterrararías los estúpidos cronógrafos y así en mi palabra de futuro indefinido podría yo también atravesar esas paredes racionales que tanto nos sofocan cuando nos arrinconan las torpes dimensiones materiales.
En las huellas antiguas de tus manos volvés a impedirme preguntar si será la edad lo que nos separa en el presente o la senda futura de tus piernas. Vuelve como antes tu natural naturalidad a explicarme que sólo el hoy, es lo importante. Innecesario buscarle torpes explicaciones al futuro del deseo. Deseable sí que estén sobre la mesa nuestros cuerpos, horizontales sobrios de futuro o embriagados de epitelio. Consiento. Desnudos o vestidos ser naturalmente naturales. Eso es lo único que importa. Esa única cantidad. Es tan cierta esta certeza. Tautológica. Como imposible mensurar la entrega cuando nos permitamos ser capaces de disfrutar sin medidas el amor y las pasiones.
Inventar en carruseles los siete sentidos sustentados. En sabores de oliva y aceitunas tus arábigos pezones. Mis labios de gitano con tu boca en carmines de manzanos. Por la cara acidez de limas y verdes de limones haciéndonos cosquillas entre los dientes. En los oídos redondos caracoles de tibiezas. Sobre la sequedad de nuestra piel, abundante en humedales todo el sonido de los mares desatados.
Todo esto que te digo importará solamente cuando termine este verano en el desierto. Pero sobre todo cuando los verdes de las piernas se nos vuelvan grises en sus andares ciudadanos y se pierdan neutrales las miradas en las esquinas inservibles de las casas...
Vuela volando su gran vuelo de creaciones el Ala Grande de Los Andes. Contempla sus dominios, aunque no domina. Solemne va, pero no serio, sino pensando porque cuando el Dios pensaba, creaba sin pensarlo.
-Yo, que vuelo y pienso lo que sueño sin soñarlo quiero que existan cielos líquidos por las tierras de allá abajo. Y calor para la vida, por el aire en todas partes. Y también en todo tiempo, que siempre estén las Náyades llevando humedades con el viento.
- En el absoluto silencio primigenio girando con sus vuelos hacia uno y otros lados entre las alas del Gran Dios iban las Ondinas. Por el norte creando huanacaches humedales y siguiendo por los aires, llankanelos y diamantes. Y aunque no le hiciera falta, casi como hablando, dicen que decía que estas cosas que le digo el Hunuc iba pensando.
- Mientras en vuelos ande volando por los aires en mi sueño donde sueño con ser viento para que caliente el largo día un sol de puro sol será mi aliento. Xumek le tendré por nombre y Chez será la luna de la luz de sus rayos desprendida. Por las tierras de allá abajo quemarán como fuegos unos granos diminutos. La noche tendrá brillos nocturnales reflejando en mil espejos el agua de lagunas. Y sin ruido cascabeles de ternura de luz brillante adornarán la preciosa cintura de la luna.
Maestro por equivocación, jubilado de la docencia pero no de los aprendizajes, escribidor de textos y poesías, escapador cuando puedo de las alienaciones del System, prisionero de los afectos, esclavo de la honestidad, temeroso usuario de la palabra, contestatario cuando puedo y a veces quiero, especialmente vinófilo de los Rojos de Perdriel, salvo cuando "el agua brota pura y cristalina de la madre tierra", vividor consuetudinario y con suertes extraordinarias. Creo que todavía estoy vivo.En la primavera del 2.010 se me murió la poesía junto con unos cuantos pedacitos de corazón. Pero he vuelto, "cantando al sol como las cigarras", a sobrevivirme.