

tango7.jpg.Foto Rodrigo Cabral
En las huellas antiguas de las manos
volvés a impedirme preguntar
si será la edad
lo que nos separa en el presente,
o la senda futura de tus piernas.
Vuelve como antes,
tu natural naturalidad a explicarme
que sólo el hoy, es lo importante.
Innecesario
buscarle torpes explicaciones
al futuro del deseo.
tu natural naturalidad a explicarme
que sólo el hoy, es lo importante.
Innecesario
buscarle torpes explicaciones
al futuro del deseo.
Deseable sí,
que estén sobre la mesa nuestros cuerpos
horizontales,
sobrios de futuro,
o embriagados de epitelio.
que estén sobre la mesa nuestros cuerpos
horizontales,
sobrios de futuro,
o embriagados de epitelio.
Consiento.
Desnudos o vestidos
pero naturalmente naturales.
Eso es lo único que importa.
pero naturalmente naturales.
Eso es lo único que importa.
Esa única cantidad.
Es tan cierta esta certeza.
Tautológica.
Como imposible mensurar la entrega
cuando nos permitamos ser capaces
de disfrutar sin medidas,
el amor y las pasiones.
Tautológica.
Como imposible mensurar la entrega
cuando nos permitamos ser capaces
de disfrutar sin medidas,
el amor y las pasiones.
Inventar en carruseles
los siete sentidos sustentados.
En sabores de oliva y aceitunas,
tus arábigos pezones.
Mis labios de gitano con tu boca
en carmines de manzanos.
Por la cara
acidez de limas y verdes de limones
haciéndonos cosquillas entre los dientes.
En los oídos,
redondos caracoles de tibiezas.
Sobre la sequedad de nuestra piel
abundante en humedales
todo el sonido de los mares desatados.
los siete sentidos sustentados.
En sabores de oliva y aceitunas,
tus arábigos pezones.
Mis labios de gitano con tu boca
en carmines de manzanos.
Por la cara
acidez de limas y verdes de limones
haciéndonos cosquillas entre los dientes.
En los oídos,
redondos caracoles de tibiezas.
Sobre la sequedad de nuestra piel
abundante en humedales
todo el sonido de los mares desatados.
Todo esto que te digo
importará solamente
cuando termine
este verano en el desierto.
Pero sobre todo,
cuando el verde de las piernas
se nos vuelvan grises
en sus andares ciudadanos
y se pierdan neutrales las miradas
en las esquinas inservibles de las casas
3 comentarios:
Osvaldo, sí, la palabra es un arte. Yo creo que es un arte no para dominar el mundo (que lo supone ya establecido, hecho por otros), sino para crear un mundo, o mejor, posibles mundos en los que habitar. Elegir un mundo que habitar no es poca cosa. Por eso habitar la palabra es habitar mundos... los nuestros
saludos
Hola Silva! No me cansaré de leerte, gracias por tus palabras!Es tan profundamente sencillo lo que me decís.Lo que el profe de oratoria le decía a Luciano, ahora ya viajó a "otro mundo". Miro el almanaque, veo que es miércoles, y pienso, quiero ir ya al Oráculo, y tomar un café con la Silvana, y crear mundos, pero luego arrancaré el auto y lo llevaré en dirección a la casa de mi hija,donde e su panza la habita una beba que se asomará al mundo creado por sus padres en algunas semanas. Y luego sí, cuando vuelva, volveré a pensar en tus palabras, en la letra poderosa y tenue, frágil y contundente,del mundo que quiero habitar.
"Elegir un mundo que habitar..."CLARO QUE NO ES POCA COSA.!
Un abrazón de alma
Extasis multiforme
forma-flor-fragancia
salpican los sonidos
de abundancia
el placer de las curvas
en el contraste oriental
del minimalismo abstracto
en que penetro las almas
con el misterio
pendular
del enigma que me habita
K
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