Mucho antes y tan poco que su dolor pudiera menos que su coraje, y armadas con pañuelos blancos salieran a darle vueltas a la plaza de mayo, preguntando por todas las giselle que entonces no se sabía dónde estaban, pero que se sabía de sus ojos brillando, aún bajo la sombra mortal de las capuchas | Teníamos veinte años | y soñando sueños soñábamos con hacer la revolución, El otro estaba ahí, y se llamaba compañera o camarada, a quien con las manos anudadas, en paz nos ayudaba a centrarnos en la lucha, por el pueblo.Era la fiesta y la alegría, los veinte años y más de una canción desesperada |
4 comentarios:
Intenso homenaje para todas las giselles y para quienes aún seguimos conservando ideales.
Un abrazo.
el abrazo llega, cálido y a tiempo, como siempre.Gracias, Neo
... En los setentas, aún mi mano no abrazaba otra, compañera.
Eso ha venido después, hoy podría ser ese día, no?
Un beso mi niño...
Hoy, debe ser el día, cielo.Hoy ES. Gracias
Abrazón de alma
E.Ch.
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