- Hunuc es el nombre de mi nombre –
dijo el antiguo dios que de la nada
había empezado creándose a sí mismo
en un gran todo con el aire
y con la tierra toda que inventaba.
Así que hubo tenido un cielo enorme para el aire
y una tierra toda entera con sus fuegos
pensó que debía haber un algo más y entonces
extendiéndose en Alas y con ellas abarcando
todo el ancho espacio del cuyum dicen que dijo,
aquella vez que por primera vez iba pasando.
Ah, país recién creado.
Que se inicie el todo en un vital movimiento
a partir de las arenas plenas y amarillas.
Que estén verdes de muy verdes el jume y el chañar
el junquillo, la jarilla y la totora,
y existan de sustentos, la quinoa,
el maíz y la algarroba.
Esto es lo que por ahora pienso.
Que esto sea lo primero que me invento.
- Así diciendo lo que decía fue el Dios creando lo que creaba.
Con gajos de aire y un poco de agua entre sus brazos
hizo, con las humedades Náyades, y con ellas en las alas
se fue volando sobre cada una de las tierras y los valles.
Levitando hacia las cumbres se hizo grande
cada vez más grande entre los cielos
sobrevolando cada vez más altas las alturas
con sus muy altos pensamientos.
Así, soñando que volaba,
y en sus sueños soñando que creaba
iba el dios más grande de los huarpes
investido Cóndor majestuoso de Los Andes
1 comentario:
no se si llegaremos a verlo, pero la ciencia esta llegando a dios a un paso agigantado... si lo encontrara, si algún día lo encontrara, el corazón se volverá de musgo hojalata.
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