Te quiero, Compañera
Vos pibe, empezaste a llegar cuando un día amaneció
esa larga curva de femineidad a mi costado.
Insinuada con la tenue luz de la mañana,
ella estiró sus brazos,
para balancear el etéreo peso de su cuerpo con el sol,
que poco a poco deslumbraba.
Acaricié esa eternidad sensual,
apenas limitada por las sutiles líneas de sus formas.
Ella despertó hacia el deseo, desde el horizonte marítimo de su cuerpo,
anudó su espalda de barco a mi cintura de puerto y yo, ¡qué tanto!
enlacé mis brazos a la pasión ondulante de sus piernas.
Luego recuerdo claro que le dije
¡Pretendo navegarte desde la proa de esta cama!.
Eso grité, hacia su cuerpo que descansaba acurrucado.
¡Pechos de mar y cuerpo de guitarra, le dije también
músico y marinero enredado por las sábanas,
para ese entonces hinchadas velas, en el viento apasionadas.
Boca de .uvas maduras, decía mi habla empobrecida
por el vino de su lengua. Y ya embalado "quiero ser poeta,
necesito urgentemente ser poeta, estoy embriagado
por las rosas de tus formas, siento tañer la música de tus piernas
¡Quiero ser poeta!
Poeta, y músico, y marinero, y más, pretendía ser,
cuando, repentinamente, me preguntó cúanto la quería.
Tengo más de 3.000 caricias, le dije. Trescientos treinta y tantos besos que.
-Todo y todas cifras, ¿nada más?, ¡matemáticamente insuficientes!,
porque volvió a preguntarme. Quería escuchar algo concreto,
entonces le dije, pretendiendo en serio ser poeta:
porque volvió a preguntarme. Quería escuchar algo concreto,
entonces le dije, pretendiendo en serio ser poeta:
Dejame ser tu navegante en este bajel de seda y fantasía,
estar ebrio de tu mar y sediento de distancias
y borracho de placeres y embriagado de metáforas...
permitime que te quiera con otros modos, ¿ah?.
Ella asintió con la cabeza, suspiró con el alma sobre mi hombro,
porque aún quería escuchar una precisa respuesta.
Lo pidió suave, pero era una terca… y yo tan pendejo
que no sabía que ella necesitaba saber .
Casi que me dio vuelta la cara, apenas un poco preocupada,
y entonces, desde atrás de su mirada, dejé que cayera sola,
escapada casualmente, resonando queda, la palabra más sincera,
la más sencilla, la más amada, la menos solitaria,
la más solidaria y dulce, la más abarcativa y simple,
"compañera".
Así fue como le dije. "Si yo te quiero, porque sos compañera".
Y después, para disimular bueh, ya está, ¿no?
Ahora vámonos, que se hace tarde. Hay guitarreada en lo del Manuel.
http://youtu.be/RLG2wfFYF1g
estar ebrio de tu mar y sediento de distancias
y borracho de placeres y embriagado de metáforas...
permitime que te quiera con otros modos, ¿ah?.
Ella asintió con la cabeza, suspiró con el alma sobre mi hombro,
porque aún quería escuchar una precisa respuesta.
Lo pidió suave, pero era una terca… y yo tan pendejo
que no sabía que ella necesitaba saber .
Casi que me dio vuelta la cara, apenas un poco preocupada,
y entonces, desde atrás de su mirada, dejé que cayera sola,
escapada casualmente, resonando queda, la palabra más sincera,
la más sencilla, la más amada, la menos solitaria,
la más solidaria y dulce, la más abarcativa y simple,
"compañera".
Así fue como le dije. "Si yo te quiero, porque sos compañera".
Y después, para disimular bueh, ya está, ¿no?
Ahora vámonos, que se hace tarde. Hay guitarreada en lo del Manuel.
http://youtu.be/RLG2wfFYF1g
1 comentario:
bellísimo
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