Dedicado a Silvina Lopez Pía, porque tiene un corazón que "gusta de respirar, susurrar, saltar, ponerse colorado entregarse,cuidarse de ingestas perniciosas y que sabe cuándo es tiempo de lavarse y tenderse al sol."
Y además porque ella tiene unos ojotes muy grandes, y porque tiene el corazón que tiene.-
Sucedió en julio.
Esta semana, para ser más preciso.
Cuanto te vi entre los puestos de flores de La Alameda, me enamoré de vos en un instante. Pero a mi corazón le provoqué un vuelco tan grande, que el músculo, sereno palpitante hasta ese entonces, se me cayó del pecho y huyó despavorido por la calle, preso de gran agitación.
A riesgo de morirme, aunque molesto por tan repentino capricho, salí tras él esquivando rosas, crisantemos y amapolas, claveles, transeúntes y floristas.
Conseguí alcanzarlo, poco antes que intentara ahogarse en una fuente para pájaros.
Allí, imperativo, lo detuve. Lo conminé a que volviera. Le exigí que retornara presto a su lugar de costumbre. Le expliqué que no por conocido, su latido me era prescindible. Y otras razones que me parecieron válidas, todas, totalmente lógicas.
Pero no hubo caso, se negaba a obedecer y yo, cansado de la dialéctica polémica, fui subiendo de tono y creo que hasta llegué a amenazarlo con algo, pues repentinamente salió como disparado hacia el centro, y, claro está, yo tras él.
Demás está decir que iba haciendo el ridículo, pues lo corría con mi mano derecha tratando de ocultar el hueco que había dejado en mi pecho, para que la gente no me preguntara porqué mi corazón me abandonaba, y menos aún de semejante manera.
Llegando a Garibaldi y San Martín, conseguí alcanzarlo, pero me eludió con sorprendente habilidad, se subió a uno de los semáforos cuya luz le guiñaba luces cómplices y desde allí, no casualmente, comenzó a increparme mientras se detenían los vehículos y sonaban atronadoras las bocinas de los conductores apresurados de siempre.
Una pequeña muchedumbre se juntó de inmediato, preguntando los de más atrás a los de más adelante
-¿Qué sucede, qué pasó, usted lo vio, cuándo y cómo empezó todo?. Los policías vigilantes del sentimiento, como siempre interrogaban
-¿De quién es ese corazón sospechosamente colorado que diatriba?
Algunos estúpidos abstractos se sumaron opinando
-¡Como siempre alguien haciendo nada!
- ¡Puras manifestaciones, nadie quiere trabajar, imagínense, hasta los bobos hacen huelga en este mes!
- Ahá- añadió el policía complaciente: éstas, son cosas de temer!
- Ay, Paquita, que nos quedará por ver- agregó una viejita a su vecina, con los bolsos de las compras en la mano, al tiempo que resonaba claramente un
- ¡Mujeriego empedernidoo! - gritado por mi envalentonado corazón que me señalaba más rojo de bronca que por la costumbre.
- Me das malos tratos. Tomás vino. Escribís poesías... ¡amás en demasía y sin descanso!. Pretendés meter en mí todas las nostalgias de Anabel y de Mariela, de Gilda como de Silvia…y no sigo enumerando porque esta lista se sigue agrandando, y ahora encima hasta soñando con una inexistente Nahira. Euuu, che, nop, ya es demasiado, ya no estoy para estos trotes... ¡Qué se yo cuántas cosas más me dijo… si hasta terminó por acusarme de contubernio con la prosa y poligamia con las rosas!
Y la gente anónima creciendo en número, y yo mirando para otro lado, y ya llegaron de los diarios, el multimedio de las radios y hasta los bomberos voluntarios...
Debí haber imaginado que no resultaría común que un corazón se encaramase a un semáforo a despotricar contra su dueño, así es que cuando más de una vecina solterona y envidiosa de amapolas comenzó a solidarizar con él, mi corazón, a voz en cuore, me lanzó desde la esquina, entusiasmado por tan inesperado como efectivo apoyo, su tremendo ultimátum.
-¡O yoo...! - me gritó con su voz temblorosa de actor aficionado - o vos y tus mujeres, el vino, las rosas y la prosa.
Es cierto. Interiormente me identifiqué con lo franca y decidida de su actitud subversiva. Pero no obstante, con la cabeza en alto y una sonrisa a flor de labios que en ese momento de euforia sé que él no entendería, me alejé sin contestarle camino de retorno a la Alameda, soñando nuevamente en rosas, crisantemos, amapolas y claveles, y esquivando transeúntes cada vez más apresurados.
A unas cuadras de distancia, poco antes de volver a encontrarte, me di vuelta y lo miré. Ya estaba sentado en el tierno regazo de una joven periodista, repitiendo su historia, mucho mas calmado, nuevamente enternecido, de nuevo rojo y palpitante, y tontamente enamorado otra vez, como yo me imaginaba.
Si te cuento todo esto, Muchacha de Julio, es porque desde ahora deberemos apretarnos juntos, muy juntos, para que pueda compartir tu corazón. El mío quizás retorne, nostalgioso, por la primavera. Mientras tanto, por favor apretame fuerte. Muy fuerte.
Mendoza es fría en julio, y yo estoy sin corazón.
OsValdo Tramontina
de Los Estados Generales del Corazón
miércoles, 25 de marzo de 2009
martes, 3 de marzo de 2009
on strike
misha by domai-slastionoff
www.enriquedans.com/.../
consuelogdelcid.blogia.com( "tu vida es una puta mierda")
http://www.lashorasperdidas.com/wp-content/uploads/2007/11/huelga-guionistas.jpg
PUES NADA, que no, que las curvas no llevan ni ese ni be, porque diría surba , pero tampoco b y b, porque sería gugl de fofó y miliki. La pulcra y suave b inciala beodo, borracho, bosta, bestia ya sé que con la b la cosa no ba. La be inicializa boludo, bestia, bitácora. Bitácora es lo que debo hacer, el trabajo, la escuela, el proyecto institucional-lo-último-que-me-falta. Sobra, también lleva b, o sea nada, pero el que nada no se ahoga decía mi madre y a ella se lo decía su madre, o sea mi abuela, que la cagaba a chirlos cuando se le desprendía el juicio, aún una semana antes de casarse.
Que no, que nada, y sin embargo curva es con la v corta, pero es larga y femenina, poder recorrerla con mis dedos, atraparla con mis manos, apabullarla con mis besos, pero hay un pero, espero desespero, pelado por el pelo que no tengo que no se banca que ya no le digan calvicie prematura, y la panza que me crece a pesar del treking me importa un bledo, y esa sí va con b.
¡Un bledo de pedos me importa! Quién habrá perdido un bledo para que eso le importase a alguien haberlo perdido. Los pedos son flatulencias, olorosas e inoportunas gasificaciones estentóreas que cobran sentido a la hora de la mesa con la chica pero cuando la digestión del mondongo a la española o el colchón de arvejas te hace hacer equilibrios sobre la silla y traspirar petróleo robado del golfo pérsico. En la Argentina y en Mendoza la escatología se agrava cuando un Alguien importante "¡te cagaron a pedos!" Como si no hubiese sido suficiente que te defecaran el salario, encima le agregan olores y tampoco podés andar todo tranqui men por la Alameda con la flaca de la mano, porque ahí te cagan a tiros y no a pedos, y un mierda muy mierda te afana la vida para cobrarte un envase de cervezas.¡UN ENVASE DE CERVEZAS!
La morbosidad de la b es malintencionada y perversa, pero que nada pero que todo, pero que nada, y chitón en andalucía, y calladito el papá a su hijito del Sxx, y sharap en el cine del barrio de los sesenta & shat up your mouth en el pulcro video de los noventa, o bien esta b ya me tiene con el decúbito supinal para el norte el estúpido y colonial cállate maldito te sacaré las tripas por el oído, te las volveré a entrar por el culo, luego te las prenderé fuego cien mil litros de gasolina, la máquina de Holiwood imagina lo que la imaginación no cree que eso pase en la vida real, mientras acá, a la vuelta de mi casa, por un par de zapatillas te metieron un balazo, te mataron y punto.
Pero y que nada, y que no pasa nada y la curva de Aishiterú sigue puesta ahí y mis manos esperando a por ella y ella que no aparece ni en la curva y yo me siento en la recta final, ¡¡AY!!!, maldita poesía de los periodistas que inventan frases jocosas y estúpidamente incongruentes porque las rectas no tiene principio ni fin, y pretenden fisolosofofar con que la recta final es la de la muerte y escriben que la vida es infinita. Matemática de mierda, periodista de mierda, debieran agarrarlos los negros patovikas de las prisiones de holliwod. Los que están vivos solo pueden imaginar a la muerte porque ningun muerto ha vivido para contarlo, la muerte no es bella sino putrefacta y ella que no aparece pero si tiene que aparecer alguien que no sea la puta muerte, ese invento escatológico literario de cuarta categoría porque una puta de verdad es más decente que la mierda desflecada de carnes que te corta el gañote y te fuiste Catín por el agua.
Una puta estaría bien. ¡PUTA QUE ESTARÍA BIEN! Y si fuese como la que tiene lentes de secretaria ejecutiva y para vespertina en José Federico Moreno y Corrientes, mucho mejor aún Pero mucho más que bien, y así, ála evitar al viejo truco de las mil y una veces distintas de hacerte la puñeta con la memoria de las curvas de Aishiteru pero que ni aun así me sale,, pero que nada de nada, y Misha sigue esperando sentada y casi sardónica en su estudio Domai de sedas negras y ya son las 5:48 titilando digital y relojero el despertador ¡al trabajo! ya sé pero no quiero, pues que nada, que no quiero pero que debo, y todo está en huelga: mis manos ante la ausencia de sus curvas mendocinas, mis boca ausente de unos pechos femeninos de acá o de cualquier lugar del mundo pero que no sean virtuales, porque la virtualidad es intrínsicamente pajera, unos pechos de mujer necesito para descansar la cabeza y no pensar en pelotudeces mortuorias,unas tetas chicas, medianas o grandes, pero que sean pechos, tetas, lolas, o como se las quiera llamar, pero sin siliconas porque odio los plásticos de cualquier tipo, unas tetas dulces y femeninas y que vengan debajo de la cara con una sonrisa, o dos, para qué ser tacaños a la hora de sonreír con lo caro que se ha puesto todo y lo poco que se invierte en los afectos, maldito capitalismo y su wall street, y su dólar que todo lo enmierda otra vez, y ella que no me llama ni en castellano ni en inglés, ni el zezeado español de los gallegos aunque sean del mar cantábrico, y ella que no me abraza porque aún le duelen mis palabras de despedida, y qué quería que hiciera si había llegado navidad y el muérdago se secó a puro zonda y con su ausencia, y malditas las ausentes palabras del teclado, que se niegan a obedecerme cuando saben que sin mí nada tiene sentidido para ellas, pero que nada, hasta las palabras se han puesto en huelga en este casi comienzo del otoño aunque estallen dies millones de petardos sobre el Cerro de las Gloria y otra vez elijan a una Reina de la Vendimia que en su puta vida vio un racimo como no sea en la frutería de la esquina.-
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- eltramonta
- Maestro por equivocación, jubilado de la docencia pero no de los aprendizajes, escribidor de textos y poesías, escapador cuando puedo de las alienaciones del System, prisionero de los afectos, esclavo de la honestidad, temeroso usuario de la palabra, contestatario cuando puedo y a veces quiero, especialmente vinófilo de los Rojos de Perdriel, salvo cuando "el agua brota pura y cristalina de la madre tierra", vividor consuetudinario y con suertes extraordinarias. Creo que todavía estoy vivo.En la primavera del 2.010 se me murió la poesía junto con unos cuantos pedacitos de corazón. Pero he vuelto, "cantando al sol como las cigarras", a sobrevivirme.